sábado, 31 de octubre de 2020

LA IMPACIENTE CHIQUILLA

Su oficio es una carrera a fondo para alcanzar la meta del amor; el freno, sus pocas primaveras. Un freno desgastado por la celeridad de la madurez que avanza en zancadas hacia su culmen de mujer, donde esperará al cuerpo que sigue el ritmo del crecimiento biológico.

 

A TI, AMIGO

Eres la cremallera cerrada

de mis secretos.

 

Eres la morada

que me guarda tu posada.

 

Eres un lenguaje intuitivo

a través de la mirada.

 

Eres la filosofía

que nace de la utopía

y muere en nuestra complicidad,

haciendo de ella una valía.

 

Eres la amistad fiel

que saliste como la miel

entre toda la hiel.

 

Eres mi mejor amigo.

DE UÑAS

Me muerdo las uñas

cuando te vas sin despedirte,

las limo cuando me raspan tus palabras

y, en esta mañana de luto,

las pintaré de negro;

pues anoche sentí en tus besos

el deceso de la pasión.

INSTINTO ANIMAL

Es acercarte y engullirme una atracción incontrolada. Tu presencia es una lluvia de flechas agujereando mis verdes olivas, por donde se vierte el aceite en el que resbalan mis más íntimos deseos. Aunque prefiera el amor embudo, que entra lento y seguro, el cuerpo me pide ser esclavo del instinto animal.

Desnúdame,

abrígame con tus manos

y báñame con el perfume de tu piel,

acércame el manantial de tu boca

que necesito saciar esta sed.

No quiero recesos,

solo quiero besos,

y por cada suspiro

una palabra de amor.


LA POESÍA Y LA MUSA

Cuando el amor te ciegue, la poesía será tu guía. Cuando el amor te enmudezca, la poesía será tu voz. Cuando el amor sea un desierto, la poesía será tu oasis. Cuando la musa se cruza por mi mente nace en mi alma la más bohemia sensación, arrancando desde el sentimiento mis poesías al corazón.