domingo, 1 de noviembre de 2020

BERE-BERE

Llegué hacia ti cuando vi tus ventanales ojos, y escalando a través de tus infinitas pestañas me quedé atrapado por el agujero negro de tu profunda mirada. Fue una noche veraniega, de pasión ventolera sobre la arena, bajo los focos de las estrellas, la Luna de espectadora y la banda sonora del mar. Fuiste la ola de calor del Sáhara más profundo que vino a abrasar mi corazón ya ardiente.

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